martes, octubre 05, 2010

Mi bisabuelo Boy Scout

San Fernando, 31 de octubre de 1943

Hace algunos años, escribí acerca de como comencé a coleccionar objetos e investigar sobre la historia de los Boy Scout de Chile, y la razón del porque es tan importante para mi esta fotografía.
Recuerdo que fue en Navidad de 1994, cuando le comentaban a mi familia que estaba a pocos días de irme a mi primer campamento Scout. Cuando estaba en eso, mi abuela María Victoria, me interrumpió con una frase que no pude olvidar: "Ahh, que bien!. Yo fuí al Jamboree de Temuco como Guirl Guide y mi papa fue Comandante de los Boy Scout de Palmilla". Debo reconocer que dude bastante si creerle. No por desconfiar de su palabra, pero para un niño de 13 años es muy difícil imaginar a su abuela corriendo junto a su patrulla o encumbrada en un tren rumbo a un campamento.
Creo que esa conversación me marcó a fuego. Por un lado tenia una excelente aliada para conseguir autorización de mis papas para cuanta actividad scout organizábamos. Por otra parte, comencé a juntar y luego coleccionar un sinnúmero de objetos de los antiguos scouts chilenos. Quizá con la secreta esperanza de encontrar un fotografía de mi bisabuelo y su brigada.
Con los años he ido armando, como un pequeño rompecabeza, esta parte de mi historia familiar y hoy la comparto con ustedes.
don Pedro Veliz Navarro nació en Curicó, en 1901. En esa ciudad estudio en la Escuela Normal y se titulo como Profesor Normalista. Luego de algunas destinaciones anteriores, es nombrado Director de la Escuela de Palmilla, provincia de Colchagua. Por aquellos años, se vivía al interior del profesorado chileno un pujante interés por involucrar a los alumnos en el Scoutismo (denominación que se utilizaba en aquel momento). La Asociación de Boy Scouts de Chile (ABSCh) habia sido reconocida como Institucion Nacional a través del Decreto Ley 520, lo que llevaba de la mano que el Ministerio de Educación incentivara y promoviera la formación de Brigadas a lo largo del sistema de escuelas publicas nacional.

Fue así que Pedro, mi antepasado, formo en 1942 la Brigada de Boy Scouts de Palmilla, siendoreconocido por ABSCh como su Comandante. (Ver imagen izquierda). Desde aquel momento, su Brigada pasó a formar parte del Directorio Provincial de Colchagua, con asiento en la ciudad de San Fernando, junto a las Brigadas de Guirl Guides "Presidente Balmaceda" de la Escuela Nº2 de Niñas de dicha ciudad (a la que pertenecia mi abuela Maria Victoria), y las Brigadas de Boy Scouts "Nicolas Palacios" (de Santa Cruz), "Armando Jaramillo" (de Nancagua) y "Manuel Rodriguez" (de Chépica).
Hace algun tiempo llego a mis manos un ejemplar del Boletin Scoutivo (Organo Oficial de la ABSCh)
Nº84 de julio de 1944 donde don Pedro Sanchéz de la Vega, Presidente del Directorio Provincial de Colchagua, a través de la Memoria Anual de su gestión destaca que "Es digna de mencionarse la brillante labor scoutiva del señor Comandante de la Brigada "PALMILLA", de Palmilla, don Pedro Véliz Navarro, Director de la Escuela de esa localidad y que sido una de las mas activas de la provincia".
Respecto del famoso Jamboree al que asistió mi abuela, se realizó en Temuco, entre los dias 29 a 31 de octubre de 1943. Este encuentro reunió dos mil scouts, girl guides, rovers y lobatos de distintos puntos del país. Partió la noche del 29 con un gran desfile ante las máximas autoridades scouts y civiles, encabezadas por S.E. el Presidente de la República don Juan Antonio Rios y el presidente de la ABSCh don Nacianceno Romero. Durante esos tres dias las guides y scouts visitaron la Base Aérea de Maquehuea, participaron de un "Circo Scout" y tuvieron una velada. Terminado el encuentro, volvieron en Ferrocarril a sus diferentes ciudades.
Es en la Estación de Ferrocarriles de San Fernando donde fue tomada la fotografía que da pie a este escrito. Corresponde a las delegaciones de las Brigadas de San Fernando y Palmilla que participaron del Jamboree, y es donde al centro, se ve sonriente a don Pedro.

Cuando vuelvo atrás, a aquel almuerzo en que mi abuela revelara un pequeño trozo de su niñez, aun me cuesta imaginarla una niña. Debe ser que para los niños los grandes nacen grandes. Ahí es donde la Historia adquiere valor, pues al bucear en ella, nos volvemos complices de otras historias, y de otros niños.